El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió este viernes la posibilidad de desplegar tropas en América Latina para atacar directamente a los carteles del narcotráfico, en lo que calificó como una medida necesaria para “proteger” a su país frente a la crisis del fentanilo.
“América Latina tiene muchos carteles. Hay mucho tráfico de drogas. Queremos proteger nuestro país. Tenemos que proteger nuestro país. No lo hemos hecho durante cuatro años”, declaró Trump desde la Casa Blanca, en respuesta a preguntas de la prensa sobre un posible operativo militar.
Las declaraciones se produjeron horas después de que The New York Times revelara que el mandatario habría firmado una orden secreta instruyendo al Pentágono a preparar acciones militares directas y unilaterales contra organizaciones criminales en el extranjero. Según fuentes citadas por el medio, las fuerzas estadounidenses ya estarían elaborando los primeros planes bajo ese marco legal.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha intensificado su ofensiva contra el tráfico de fentanilo, droga que, según su administración, es producida por carteles mexicanos con insumos provenientes de China. En febrero, el gobierno estadounidense designó como organizaciones terroristas a seis carteles mexicanos: Sinaloa, Jalisco Nueva Generación (CJNG), Noreste, Golfo, Carteles Unidos y la Nueva Familia Mexicana. En julio, se sumó el Cartel de los Soles, vinculado por Washington al presidente venezolano Nicolás Maduro, quien niega las acusaciones.
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La actual administración también ha intensificado los vuelos secretos de drones sobre territorio mexicano para rastrear laboratorios clandestinos, aunque estos operativos tienen prohibido el uso de fuerza letal. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió que “no habrá ninguna invasión” y que su gobierno mantiene la cooperación en seguridad, pero sin aceptar operaciones militares extranjeras.
Analistas advierten que la medida podría tensar las relaciones diplomáticas en la región y abrir un debate sobre los límites legales de la intervención militar estadounidense en América Latina. La Casa Blanca, por su parte, no ha ofrecido detalles sobre la implementación de la orden ni sobre posibles coordinaciones con gobiernos locales.