El Papa Francisco, líder de la Iglesia Católica y figura emblemática del pensamiento progresista dentro del Vaticano, falleció a los **88 años** en la residencia de Santa Marta.
Su partida ha generado una profunda conmoción entre los fieles y líderes mundiales, quienes han expresado su pesar por la pérdida de un pontífice que marcó una era de reformas y apertura.
Horas antes de su fallecimiento, Francisco había participado en la tradicional bendición de Pascua, donde se mostró visiblemente debilitado pero aún con la determinación que lo caracterizaba.
Su estado de salud había sido motivo de preocupación en los últimos meses, tras una prolongada hospitalización por neumonía bilateral.
El Gobierno argentino ha decretado **siete días de duelo nacional** en honor al Papa, lo que implica la colocación de banderas a media asta y la suspensión de actos oficiales.
Mientras tanto, en el Vaticano, los cardenales ya comienzan a preparar el cónclave que determinará quién será su sucesor.
Francisco deja un legado de inclusión y compromiso social, habiendo sido el primer Papa latinoamericano y un defensor de los más vulnerables.
Su liderazgo, marcado por la humildad y la cercanía con los fieles, será recordado como un punto de inflexión en la historia de la Iglesia Católica.
La comunidad internacional sigue reaccionando a la noticia, con mensajes de despedida y homenajes que destacan su impacto en el mundo.
En los próximos días, se espera que el Vaticano anuncie los detalles de las ceremonias fúnebres y el proceso de elección del nuevo pontífice.
Un Papa que desafió estructuras y promovió el diálogo, su partida deja un vacío difícil de llenar.
Ahora, el mundo observa con atención el futuro de la Iglesia y el rumbo que tomará tras la pérdida de uno de sus líderes más influyentes.
