En el siglo XVI, la isla de Cubagua, ubicada en el Mar Caribe, fue testigo de la prosperidad y la tragedia. La ciudad de Nueva Cádiz, fundada en 1528, se convirtió en un importante centro de extracción de perlas, atrayendo a colonos y comerciantes de toda Europa. Sin embargo, su auge fue efímero.
En 1541, un devastador maremoto golpeó la isla, hundiendo gran parte de Nueva Cádiz y dejando la mayoría de sus edificaciones en ruinas. Este desastre natural marcó el fin de la ciudad, que nunca logró recuperarse completamente. Los sobrevivientes abandonaron la isla, y Nueva Cádiz quedó como un recordatorio de la fuerza implacable de la naturaleza.
Hoy en día, los restos de Nueva Cádiz se encuentran en la isla de Cubagua, frente a la costa de Venezuela, actualmente forma parte del estado Nueva Esparta conformado por tres islas, Margarita, Coche y Cubagua siendo esta ultima la antigua Nueva Cádiz y es un sitio arqueológico que nos permite vislumbrar el pasado y reflexionar sobre la fragilidad de las civilizaciones ante los desastres naturales.