Apure, Venezuela – El estado Apure amaneció el pasado viernes 20 de junio bañado en sangre, tras un crimen atroz que conmocionó al país.
Un hombre identificado como Roberto Marín irrumpió en la vivienda de su expareja en el sector Hato San Pedro, parroquia San Rafael de Atamaica, y desató una masacre a machetazos que terminó con la vida de la mujer y de sus dos hijos menores: un niño y una niña.
La escena que encontraron los cuerpos policiales fue dantesca.
Los cadáveres presentaban severas mutilaciones, reflejo de una furia descontrolada.
El triple asesinato fue confirmado por el secretario de Seguridad Ciudadana de Apure, Ramón Cabeza, a través de sus redes sociales.
Tras consumar el crimen, Marín escapó con rumbo desconocido. Hasta el momento, continúa prófugo, mientras los organismos de seguridad activaron una intensa búsqueda para dar con su paradero.
Las identidades de las víctimas aún no han sido reveladas oficialmente, pero el eco de la tragedia ya ha calado hondo en la comunidad, que exige justicia ante un acto de barbarie que desgarra el alma.