Durante la cumbre de líderes árabe-islámica celebrada este lunes en Doha, el emir de Catar, Tamim bin Hamad Al Thani, acusó a Israel de “negarse a alcanzar la paz” con sus vecinos árabes y de “imponer su poder” sobre ellos, luego del ataque contra la delegación negociadora de Hamás en territorio catarí la semana pasada.
“Si Israel hubiera aceptado la Iniciativa de Paz Árabe, habría ahorrado para sí mismo y para la región una infinidad de miserias. Sin embargo, se niega a alcanzar la paz con los que le rodean y, además, impone su poder sobre ellos”, declaró el emir en la apertura del encuentro regional.
El ataque israelí, dirigido contra una reunión de dirigentes de Hamás que evaluaban una nueva propuesta de alto el fuego, dejó al menos cinco palestinos muertos y un policía catarí. Catar, junto con Egipto y Estados Unidos, ha sido uno de los principales mediadores en las negociaciones para una tregua en la Franja de Gaza.
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El emir catarí también advirtió que “quien asesina a la parte con la que negocia, busca desbaratar las conversaciones”, en referencia directa al bombardeo en Doha. La ofensiva israelí fue interpretada por varios líderes presentes como una violación de la soberanía catarí y un intento deliberado de sabotear el proceso diplomático.
La cumbre en Doha se convocó de urgencia para definir una respuesta regional ante lo que Catar considera una escalada peligrosa por parte de Israel. El emir también acusó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de “soñar con convertir la región árabe en una esfera de influencia israelí”, calificando esa visión como “una ilusión peligrosa”.
El incidente ha tensado aún más el panorama diplomático en Medio Oriente, donde las negociaciones por un alto el fuego se encuentran en punto muerto. Catar evalúa su rol como mediador y ha iniciado consultas con sus aliados para redefinir su estrategia frente al conflicto.
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