Donald Trump cumplió su amenaza y ordenó el lunes una «pausa» en la ayuda militar estadounidense a Ucrania, invadida por Rusia, tres días después del enfrentamiento verbal en la Casa Blanca con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
«Estamos haciendo una pausa y revisando nuestra ayuda para asegurarnos de que contribuya a una solución», afirmó un funcionario norteamericano, que pidió anonimato.
«El presidente ha dejado claro que está centrado en la paz. Necesitamos que nuestros socios también se comprometan con este objetivo», recalcó.
Según los medios estadounidenses, la decisión se tomó tras una reunión en la Casa Blanca el lunes por la tarde entre los jefes de Defensa, Pete Hegseth, y de la diplomacia, Marco Rubio, así como los principales asesores de Trump.
A la espera de la concreción de los detalles, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que esta suspensión «probablemente sea la mejor contribución a la paz».
«Queda ver los detalles, pero si es cierto, es una solución que realmente puede empujar al régimen de Kiev a un proceso de paz», insistió en su comparecencia diaria.
Desde Ucrania, un consejero de la presidencia, Mijailo Podoliak, explicó que estaban hablando con sus socios europeos «las opciones» para reemplazar la ayuda estadounidense, aunque tampoco descartó negociaciones con Washington.
El primer ministro ucraniano, Denis Shmigal, abundó diciendo que su país está «absolutamente decidido a seguir cooperando con Estados Unidos». Así lo reseñó El Nacional