Este lunes, la Guardia Costera de Estados Unidos protagoniza un hito histórico al descargar más de 76,140 libras de narcóticos ilegales incautados durante operaciones antidrogas en el Océano Pacífico Oriental y el Mar Caribe. El desembarco, que se realiza en el Muelle 22 de Port Everglades, Fort Lauderdale, marca la mayor incautación de cocaína en la historia de la agencia.
El evento cuenta con la participación de altos funcionarios, entre ellos el contralmirante Adam Chamie, el capitán John B. McWhite, el contralmirante Chase Sargeant y el fiscal Gregory Kehoe, en una muestra de cooperación interinstitucional que busca frenar el avance del crimen organizado en el hemisferio occidental.
“Cada fardo retirado del mar significa una amenaza menos para nuestras comunidades”, declaró el capitán McWhite, comandante del guardacostas Hamilton.
La operación incluye el reciente decomiso de 1,300 libras de cocaína en el Pacífico Oriental, donde el Destacamento 105 de Aplicación de la Ley de la Guardia Costera, embarcado en el USS Sampson, interceptó un presunto barco de contrabando el 11 de agosto. La embarcación fue hundida por motivos de seguridad, en coordinación con Ecuador y bajo el marco del derecho internacional.
Este despliegue se produce en un contexto regional marcado por la creciente preocupación ante la expansión del crimen transnacional. Países como Francia han reforzado la vigilancia en territorios como Guadalupe, mientras Estados Unidos ha intensificado su presencia naval en el Caribe para combatir a los carteles latinoamericanos y responder al aumento de la violencia, la actividad de pandillas y los delitos financieros.
La descarga en Port Everglades no solo representa una victoria logística, sino también un gesto simbólico de la lucha contra el narcotráfico en una región donde las rutas ilícitas se entrelazan con la fragilidad institucional y la urgencia de cooperación internacional.