La reciente escalada de tensiones entre Venezuela y Guyana ha captado la atención mundial, especialmente tras las amenazas emitidas por buques venezolanos hacia las plataformas de perforación de ExxonMobil en aguas guyanesas.
Estados Unidos, a través de su Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, no tardó en emitir una advertencia contundente al gobierno de Nicolás Maduro, calificando las acciones como “inaceptables”.
La situación se originó en las disputas territoriales marítimas entre Venezuela y Guyana, las cuales han sido un punto de fricción recurrente.
Sin embargo, la agresiva postura de Venezuela al enviar buques que amenazaron a las plataformas de ExxonMobil ha intensificado el conflicto, atrayendo la desaprobación internacional.
En respuesta, el Departamento de Estado de EE.UU. ha subrayado que estas amenazas representan una violación flagrante del territorio marítimo internacionalmente reconocido de Guyana.
También ha señalado que tales acciones socavan la estabilidad regional y los principios de convivencia pacífica entre las naciones.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) también se ha pronunciado, condenando las amenazas de Venezuela y llamando a la resolución pacífica de disputas a través del diálogo y la diplomacia.
Mientras tanto, ExxonMobil ha asegurado que seguirá operando con normalidad y tomando todas las medidas de seguridad necesarias para proteger a su personal e infraestructura.
La compañía petrolera ha reiterado su compromiso con el desarrollo energético en la región, a pesar de las tensiones políticas.
El mundo observa con atención cómo se desarrolla esta situación, esperando que prevalezcan la diplomacia y la cooperación internacional para evitar una mayor escalada del conflicto.
