El director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), Douglas Rico, confirmó la detención de siete personas vinculadas al doble homicidio ocurrido el 13 de julio en la emergencia del Hospital José María Vargas, en Caracas. El hecho, perpetrado en pleno recinto hospitalario, fue atribuido a un sicariato ordenado desde Estados Unidos por un individuo identificado como “alias Cachorro”.
La principal víctima, Anderson Jesús Durán Berroterán, de 22 años, había regresado recientemente al país tras vivir en EE. UU., donde mantenía una disputa económica con el presunto autor intelectual. Según la investigación oficial, “el Cachorro” contrató a sicarios locales como represalia por un dinero que Durán le habría quitado antes de volver.
El día del crimen, Durán se desplazaba en moto por los alrededores del Hospital Vargas cuando fue interceptado por dos individuos armados. Herido, logró ingresar por sus propios medios a la emergencia, pero fue perseguido y ejecutado dentro del centro asistencial.
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En medio de la balacera, Nora Herminia Silva Martínez, de 59 años, quien había acudido al hospital a visitar a su hermano enfermo, fue alcanzada por una bala perdida y murió poco después, convirtiéndose en víctima indirecta de un ajuste de cuentas ajeno a su vida.
Los detenidos fueron identificados como Luis Argenis Alba Ramos (presunto autor material), Leonardo Enrique Cuellar Sánchez, Johan Manuel Landaeta Alba, Gabriel Alejandro Ortega Molina, Kleibis Oriana Escobar Jiménez, Estefi Alejandra Gil Alba y Freddy Alberto Flores Tachón. Las autoridades aún buscan a Moisés Jesús Abreu González, alias “el Mois”, señalado como cómplice prófugo.
El CICPC y la Policía Nacional Bolivariana continúan las investigaciones. El crimen, perpetrado en un centro de salud público y con evidente planificación transnacional, ha reabierto el debate sobre la vulnerabilidad de espacios asistenciales frente a la violencia armada y las redes de sicariato que operan desde el extranjero.
