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La creciente presencia de satélites y fragmentos orbitales en torno a la Tierra ha comenzado a generar consecuencias concretas en la superficie terrestre y en el espacio aéreo. Un ejemplo reciente ocurrió en octubre, cuando un Boeing 737 que volaba a 11.000 metros sobre Utah debió realizar un aterrizaje de emergencia tras el impacto de un objeto desconocido que fracturó su parabrisas. Aunque se presume que se trató de un globo meteorológico, el incidente reavivó el debate sobre el peligro que representa la basura espacial para la aviación comercial y la seguridad en tierra.
Objetos que caen del cielo
En los últimos dos años se han documentado varios episodios que ilustran la magnitud del problema:
- En marzo de 2023, un fragmento metálico de 0,7 kg perforó el techo de una vivienda en Florida. La NASA confirmó que provenía de una batería descartada desde la Estación Espacial Internacional.
- En febrero de 2025, un trozo de 1,5 metros de un cohete Falcon 9 de SpaceX cayó cerca de un almacén en Poznan, Polonia.
- En marzo, una pieza de 2,5 kg de un satélite Starlink aterrizó en una granja de Saskatchewan, Canadá.
- Casos similares se han reportado en Australia, África y otras regiones.
Según la Agencia Espacial Europea (ESA), actualmente orbitan la Tierra unos 12.900 satélites activos, y se estima que la cifra podría superar los 100.000 en la próxima década. A diario, caen a la atmósfera al menos tres piezas de cohetes o satélites en desuso, número que podría escalar a decenas diarias para 2035.
Riesgo creciente para la aviación
La Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos estimó en 2023 que, para 2035, la probabilidad de que un avión sufra un impacto catastrófico por basura espacial sería de 7 cada 10.000 vuelos anuales. Un evento de este tipo podría provocar despresurización súbita o incluso la destrucción de la aeronave.
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La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) reconoció que el despliegue acelerado de satélites representa un “desafío novedoso para la seguridad aérea”, difícil de cuantificar con precisión.
En zonas de tráfico intenso como el norte de Europa o el noreste de Estados Unidos, estudios estiman una probabilidad anual del 26% de que se produzca al menos una interrupción aérea por reentrada de objetos espaciales. En 2022, la caída de un cohete chino Long March obligó al cierre temporal del espacio aéreo en España y Francia, afectando a cientos de vuelos.
Peligro para personas en tierra
El riesgo no se limita al cielo. Según el físico Aaron Boley, si los satélites de megaconstelaciones no se desintegran completamente, el peligro de que una persona resulte herida o muerta por basura espacial podría alcanzar el 10% anual para 2035, lo que implicaría una probabilidad superior al 50% de que alguien en el planeta resulte afectado en la próxima década.
La FAA estima que una persona podría resultar herida o fallecida por este tipo de impacto cada dos años.
Dificultades técnicas y medidas preventivas
La predicción de trayectorias de basura espacial enfrenta obstáculos técnicos severos. Aunque los modelos de inteligencia artificial permiten estimar órbitas con precisión en el vacío, no logran anticipar con exactitud el comportamiento de los objetos al cruzar la atmósfera terrestre, cuya densidad variable altera la caída. Un margen de error de 10 minutos puede traducirse en cientos de kilómetros de diferencia en el punto de impacto.
Empresas como Okapi Orbits, junto al Centro Aeroespacial Alemán y Eurocontrol, trabajan en integrar alertas sobre basura espacial en los sistemas de control de tráfico aéreo. Sin embargo, la eficacia de estas alertas sigue limitada por la imprevisibilidad del fenómeno.
La ESA calcula que solo la mitad de los cuerpos de cohetes reingresan de forma controlada, mientras que 2.300 restos antiguos continúan en órbita sin posibilidad de ser guiados hacia zonas seguras.
La proliferación de satélites y el aumento de reingresos no controlados convierten a la basura espacial en un desafío global para la seguridad aérea, la infraestructura terrestre y la vida humana.
Redinfodigital / Red de Información Digital
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