Alfredo Díaz, exgobernador del estado Nueva Esparta, dirigente del partido Acción Democrática y figura clave de la oposición en el oriente venezolano, fue detenido arbitrariamente el 24 de noviembre de 2024 por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), en lo que la Plataforma Unitaria Democrática calificó como parte de una nueva escalada represiva del régimen de Nicolás Maduro.
Díaz, quien fue tres veces concejal, dos veces alcalde y gobernador entre 2017 y 2021, se convirtió en una voz incómoda para el chavismo por denunciar públicamente la crisis eléctrica que azota a Margarita y por respaldar abiertamente la candidatura presidencial de Edmundo González Urrutia. Su detención se produjo en el estado Portuguesa, cuando viajaba por tierra para salir del país. Según su esposa, Leynys Malavé, fue interceptado por funcionarios del Sebin que le dijeron que sería “entrevistado”. Desde entonces, no se ha tenido comunicación directa con él.
“Es un gobierno donde uno no puede levantar la voz y decir las cosas por su nombre. Lo que está mal, no se puede denunciar”, declaró Malavé, visiblemente afectada. “Él tuvo la oportunidad de quedarse conmigo fuera del país, pero me dijo: ‘yo no quiero esposa sin patria’. Se devolvió a luchar por su gente”.
La detención de Díaz se suma a una larga lista de presos políticos en Venezuela. Según el Comité de Derechos Humanos del partido Vente Venezuela, ya son más de 160 los dirigentes y activistas encarcelados por razones políticas, muchos de ellos vinculados a la Plataforma Unitaria Democrática.
Lea Tambien: Vigilancia digital y censura: advierten sobre nuevas maniobras del régimen venezolano en el entorno virtual
Díaz había alertado días antes sobre los apagones que afectan gravemente a Nueva Esparta, provocando pérdidas millonarias en comercios y descomposición de alimentos en hogares empobrecidos. El régimen, como es habitual, culpó a “ataques de la extrema derecha”, mientras reprimía a quienes denunciaban la situación.
La oposición venezolana exige su liberación inmediata y denuncia que el régimen de Maduro busca silenciar a quienes aún se atreven a hablar desde dentro del país. Alfredo Díaz representa a ese liderazgo regional que no se ha exiliado, que sigue dando la cara y que, por eso mismo, es perseguido.
Hoy, su familia, sus compañeros de lucha y miles de margariteños exigen saber dónde está, por qué lo detuvieron y qué pretende el régimen al encarcelar a un hombre que solo ha hecho política en defensa de su pueblo.