Esta crisis, según el Vaticano, es distinta a la que Francisco sufrió el 22 de febrero y requiere entre 24 y 48 horas para evaluar su impacto. A pesar de las complicaciones, el pontífice se ha mantenido lúcido y colaborativo con los tratamientos, aunque el pronóstico sigue siendo reservado
El papa Francisco enfrentó este viernes una crisis “aislada” de broncoespasmo, lo que provocó un “repentino” deterioro en su salud respiratoria. Esto ocurre cuando el pontífice cumple 15 días internado en el hospital Gemelli de Roma.
“El Santo Padre, en la tarde de hoy, tras haber realizado fisioterapia respiratoria y haber estado en oración en la capilla, presentó una crisis aislada de broncoespasmo que provocó un episodio de vómito con inhalación y un repentino empeoramiento de su cuadro respiratorio”, detalló el Vaticano a través de un comunicado.
Los médicos explicaron que esta crisis es “distinta” a la que experimentó el 22 de febrero y afirmaron que necesitarán entre 24 y 48 horas para evaluar su impacto y determinar si su estado ha mejorado o empeorado.
“El Santo Padre ha sido prontamente broncoaspirado y ha comenzado con ventilación mecánica no invasiva, mostrando una buena respuesta en los intercambios gaseosos”, expresaron los especialistas.
El broncoespasmo, que implica un estrechamiento de los conductos bronquiales, llevó al Papa a experimentar un ataque de tos durante la terapia, lo que resultó en un episodio de vómito, que al respirar, el fluido fue ingerido nuevamente y requirió extracción. Ahora los médicos investigarán si esos jugos gástricos han tenido algún efecto en sus pulmones.
A pesar de las dificultades, el pontífice argentino se ha mantenido “siempre lúcido y orientado”, colaborando activamente con las maniobras terapéuticas y sin necesidad de ser intubado. Asi lo reseñó El Nacional