El presidente venezolano sostiene que el país lidera el crecimiento en Sudamérica, con repunte en sectores clave y expansión comercial, pese a las restricciones internacionales.
El mandatario Nicolás Maduro informó este lunes que la economía venezolana creció un 7,71 % durante el primer semestre de 2025, según estimaciones preliminares del Banco Central de Venezuela (BCV), atribuidas a un boletín especial que aún no ha sido publicado oficialmente. El anuncio se realizó en el marco del programa televisivo semanal ‘Con Maduro+’, donde el jefe de Estado expuso cifras sectoriales que, según su visión, confirman una etapa de “crecimiento sostenido, estable y propio”.
El promedio semestral se calcula a partir de las tasas de crecimiento registradas en los dos primeros trimestres del año: 9 % en el primero y 6,65 % en el segundo. Maduro sostuvo que Venezuela “sigue liderando el crecimiento de Sudamérica” y que el país estaría consolidando un ciclo de diecisiete trimestres consecutivos de expansión económica, pese a las restricciones comerciales y financieras que enfrenta en el mercado internacional.
Sectores con mayor dinamismo
La actividad petrolera encabezó el repunte económico con un crecimiento del 14,99 %, seguida de la minería (11,23 %), alojamiento y servicios de comida (8,25 %), comercio (7,19 %), telecomunicaciones (7,13 %) y manufactura (6,24 %). Esta evolución, explicó el presidente, responde a una estrategia de diversificación productiva que busca disminuir la dependencia histórica de la renta petrolera.
En ese sentido, destacó que Venezuela no solo está “produciendo para abastecer” el mercado interno, sino que comienza a generar productos destinados a la exportación. Esto incluiría rubros vinculados al turismo, la ganadería y ciertos servicios emergentes en regiones industriales.
Reimpulso de la producción animal y el consumo interno
Maduro detalló también que el sector de producción animal tuvo una expansión del 7 % en el primer semestre, con incrementos notables en carne de pollo (14 %), leche caprina (11 %), leche de búfala (10 %) y carne de cerdo (4 %). Estos resultados fueron presentados como evidencia del fortalecimiento de la capacidad agropecuaria nacional, pese a las dificultades logísticas, energéticas y de financiamiento que afectan la cadena productiva.
Además, el presidente señaló que las transacciones comerciales aumentaron un 30 % y el turismo un 77 %, mientras que la recaudación tributaria subió un 12,8 %. También se reportó un incremento del 21,8 % en créditos bancarios durante los últimos doce meses, lo que indicaría una mayor actividad en el sistema financiero local.
Chevron, licencias internacionales y contexto político
El anuncio sobre el desempeño económico se dio pocos días después de que se confirmara que Chevron, la petrolera estadounidense, recibió una nueva licencia para operar en Venezuela. Esta medida se produjo en el marco de un acuerdo diplomático entre Washington y Caracas para el intercambio de ciudadanos detenidos, lo que abrió nuevamente la puerta a ciertas operaciones controladas de comercio petrolero.
El Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) celebró la concesión como una “oportunidad significativa” para mejorar la dinámica cambiaria. La licencia reemplaza la anterior autorización, retirada por la administración Trump a finales de mayo de este año, y que había sido otorgada en 2022 por el gobierno de Joe Biden durante el inicio del diálogo político interno para convocar elecciones presidenciales.
El desafío de consolidar el crecimiento
Si bien los indicadores expuestos muestran mejoras en sectores clave, los analistas advierten que el crecimiento económico venezolano aún enfrenta desafíos estructurales. Entre ellos destacan la volatilidad del acceso a divisas, las restricciones al crédito, la fragmentación de los sistemas estadísticos, y la falta de confianza en los canales institucionales para garantizar la inversión nacional e internacional.
Además, la situación laboral, la debilidad del poder adquisitivo y la dinámica de precios continúan generando tensiones sociales que podrían afectar la sostenibilidad del crecimiento. La ausencia de cifras oficiales detalladas por parte del BCV sobre inflación, reservas internacionales y evolución del consumo dificulta la comparación técnica con otras economías de la región.